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¡HIPOGLUCEMIAS Y DIABETES TIPO 2: PREVENCIÓN, PREVENCIÓN Y PREVENCIÓN!

¡HIPOGLUCEMIAS Y DIABETES TIPO 2: PREVENCIÓN, PREVENCIÓN Y PREVENCIÓN!

Se define hipoglucemia un nivel de glucemia ≤ 70 mg/dl.

HIPOGLUCEMIAS Y DIABETES TIPO 2: ¡¡PREVENCIÓN, PREVENCIÓN Y PREVENCIÓN!!

Esta semana ha sido de mareos, temblores, dolor de cabeza, palpitaciones, sudor frío y de despertares nocturnos con sobresalto…además de un calor insufrible.

Seguro que muchas personas, sobre todo con diabetes mellitus tipo 1 o que tenéis pautado tratamiento con insulina, habréis recordado algún episodio con síntomas de estas características, que habéis identificado como una hipoglucemia.

Sé que personas con DM2 que estáis leyendo esto, también las habéis reconocido.

¡Muy pero que muy desagradables!

Pero sin duda, evitables. Y los profesionales sanitarios, sobre todo los médicos, tenemos una responsabilidad máxima en poner freno y todo lo que esté en nuestras manos para evitar hipoglucemias.

Las grandes sociedades científicas a nivel mundial nos remiten el mismo mensaje: “evitar y/o minimizar al máximo el riesgo de hipoglucemia”.

No olvidemos algo tangible y real como la vida misma: ¡una hipoglucemia nos puede matar!

Así que ya estamos todos recordando cómo identificar una hipoglucemia y cómo corregirla con la “regla del 15” y/o con glucagón, en el peor de los casos.

Pero más allá de lo puramente teórico, que ya hemos tratado en ocasiones previas, pongo hoy sobre el papel un tema que sigo viendo y escuchando en consulta con las personas con DM2: siguen sufriendo hipoglucemias más o menos graves, que “corrigen” mejor o peor, pero que siguen poniendo en riesgo su vida.

Como profesionales, somos responsables de que estos episodios no sucedan, y por ello, lo primero debe ser explicar al paciente con diabetes lo que es una hipoglucemia, cómo manejarse si sufre una y por supuesto, darle herramientas y recursos para monitorizar sus glucemias en su día a día.

Esto tan obvio, no lo hacemos ni bien ni suficientemente.

Y pecamos, sobre todo, con las personas con diabetes mellitus tipo 2, quienes asumimos tienen menor riesgo de hipoglucemia, aludiendo a que muchos de ellos tienen tratamiento con fármacos orales no insulínicos.

Aunque la realidad siempre supera la ficción.

Al margen de las insulinas, ampliamente conocidas como las principales causantes de hipoglucemia (aunque hay muy diferentes tipos de insulina, con diferentes duraciones y con mayor/menor riesgo de hipoglucemia, no vamos a generalizar…), hay otros fármacos con gran poder de reducción de glucemia, como son algunas sulfonilureas y las glinidas (repaglinida), y que quiero recordar y traer a la palestra en este post.

Las sulfonilureas y la repaglinida, ¿son malas?

No son malas, ¡no!, pero valoradas desde el ámbito de la seguridad farmacológica que como profesionales debemos brindar al paciente, digamos que no deberían ser la primera opción de tratamiento.

Y no sólo porque vayan agotando la reserva pancreática, lo cual no es interesante.

Y tampoco porque haya fármacos con otros mecanismos de acción que preservan nuestro páncreas, además de ser seguros y aportar beneficio a nivel cardiovascular.

Sino porque pueden provocar hipoglucemias, mermando nuestra calidad de vida y poniendo en riesgo nuestra vida en esos momentos y también a la larga.

¿Entonces por qué los utilizamos en diabetes tipo 2?

Siguen siendo fármacos que nos permiten mejorar niveles de glucemia y en un momento dado, y siempre valorando el perfil del paciente y su situación vital, pueden ser una opción. No desde luego, ni en primera ni en segunda línea de tratamiento farmacológico.

¿Qué debemos saber entonces?

Si tenéis prescritos fármacos como glimepirida, glibenclamida, repaglinida o pautas de insulinización complejas (sobre todo bolo-basal), debéis recordar que es prioritario minimizar el riesgo de hipoglucemia.

Aunque tengáis diabetes mellitus tipo 2.

Con el resto de fármacos antihiperglucemiantes (inhibidores de SGLT2, análogos de receptor de GLP1, inhibidores de DPP4, metformina, pioglitazona,etc…), el riesgo no desaparece, pero es muchísimo menor.

En aquellos casos en que estos últimos vayan asociados a sulfonilureas, repaglinida o insulinas, es interesante prevenir hipoglucemias y para ello, reajustar dosis y/o retirar sulfonilureas o glinidas, siempre haciendo una valoración personalizada y concienzuda por parte del equipo médico.

Recordar:

  • Monitorizar glucemias si notáis malestar o ante duda de nivel de glucemia.
  • Monitorizar glucemias antes de realizar ejercicio físico y también después.
  • Monitorizar glucemias si tenéis alguna enfermedad intercurrente (con fiebre o sin ella), y si es motivo de reducción de ingesta de alimentos, consultar con vuestro profesional de referencia, la posibilidad de retirar estos fármacos (o reajustar pauta y dosis) hasta restableceros.
  • La ingesta de alcohol es un traicionero precipitante de hipoglucemia: minimizar ingesta y ante todo, ser muy prudente si se toma.
 

Para ampliar información y repasar la “regla del 15” os emplazo a un post que tenéis disponible en mi cuenta de Instagram dra.aranbarri_diabetes_y_salud: https://www.instagram.com/p/CP8yUl5HjZ0/

Nunca debemos obviar el riesgo de sufrir un “bajón” de glucemia: ni los pacientes, ni mucho menos los profesionales sanitarios. Tampoco si tenemos una diabetes mellitus tipo 2, en cuyo caso, el riesgo existe igualmente.

Explicar al paciente y advertir del riesgo, enseñar, aprender, saber y prevenir están en nuestras manos: ¡caminemos hacia una excelente calidad de vida en diabetes!, ¿nos acompañas?

 

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